20 enero 2011

LOS ALPES NEO ZELANDESES

Una fuerte lluvia nos acompañó de continuo en dirección Haast al sur y luego en el interior cruzando a la parte este de los Alpes Neo Zelandeses. La parte buena de la lluvia es que las cascadas que hay en el camino se vuelven salvajes y realmente impresionantes.
Tras pasar el Paso de Haast el tiempo cambió de forma radical y de repente nos vimos con un tiempo buenísimo en el lago glaciar de Wanaka.
Los lagos glaciares son muy peculiares, como su nombre indica están ubicados en la cuenca donde antes había o pasaba un glaciar, y éstos tienen un color azul-verdoso, además de tener a la vista una densidad diferente.



La carretera discurre junto al Lago Wanaka y luego cruza hacia otro lago, el Hawea, igualmente glaciar, encajado entre altas montañas, y muy muy bonito, haciendo contraste con los verdes pastos y las ovejas y vacas en los campos.



Wanaka está asentado a orillas del lago del mismo nombre, el fuerte viento produce olas en él y parece que se trata de una playa, los locales incluso toman el sol pero el agua es muy frio.



Wanaka nos sirve de acceso para el Parque Nacional del Monte Aspiring; a 50km por un bonito verde valle llegamos al límite del parque donde comienzan diferentes caminatas.



Aunque la marcha del Glaciar Rob Roy lleva cuatro horas, nosotros pasamos casi siete; el lugar es tan impresionante que uno no puede dejar de mirar hacia todas partes.

Primero atravesamos un denso y húmedo bosque hasta llegar a una magnifica vista del valle, de las montañas circundantes y los glaciares cayendo de ellas. De los glaciares caen multitud de cascadas por la roca vertical, pero hay una especialmente grande de unos 100 metros de altura.



Fuera de la ruta original decidimos acercarnos lo más posible al glaciar, teniendo una vista completa de él y todo el valle. El esfuerzo sin duda mereció la pena.



El día terminó siendo espectacular y al acabar la marcha tuvimos suerte de ver al protagonista de todos los picos, el Monte Aspiring de 3.027 metros de altitud.


Rumbo al norte siguiendo los Alpes por su lado este, entramos en la región de Canterbury y rodeando parte del Lago Pukaki llegamos al pueblo de Mount Cook, justo en la otra parte se encuentran los glaciares que visitamos en la costa oeste de Fox y Franz Josef.
En el pueblo hay un interesante museo en la oficina de información turística donde se aprende mucho sobre el área y personajes míticos de la historia de la montaña como Edmund Hillary (de origen neo zelandés) quién escaló en 1.948 el pico más alto de Nueva Zelanda, el Monte Cook (3.755 metros), junto a Tenzing Norgay; ambos fueron los primeros humanos en culminar el Everest poco más tarde.
En el museo hay una sala dedicada a los fallecidos; toda persona que ha muerto en ésta zona, ya sea escalando, caminando, etc… están registrados en varios libros con una breve biografía y fotografías. Desde que se comenzaron a contabilizar en 1.907, son 225 personas las que han perdido la vida en estas montañas.

La climatología es un factor importantísimo en éste lugar al igual que en la marcha del Rob Roy, y una vez más podemos considerarnos afortunados.
Hicimos varias caminatas en ésta área, la primera de ellas fue al Glaciar Tasmania, el más grande de los Alpes, pero también un glaciar con mucho retroceso, en los últimos años ha perdido 5km de largo, y durante los pasados 30 años se desprendieron tales bloques de hielo de la lengua terminal que se ha formado un enorme lago que antes no existía. Es algo impresionante ver los grandes icebergs flotando en las aguas del joven lago con el glaciar y los picos nevados al fondo.



El valle donde se asienta el Glaciar Tasmania está protegido por la cordillera más alta de los Alpes quedando éste libre de tantas nubes y precipitaciones. Justo al otro lado se encuentra el Valle de Hooker donde una marcha por su interior nos lleva prácticamente a la base del Monte Cook.
El valle estaba cubierto de nubes, llovía y hacía un viento y frio tremendo, la cosa no pintaba bien pero aún así decidimos hacer la marcha, ésta pasa sobre el lago Mueller formado por el glaciar del mismo nombre y más tarde un puente nos cruza de nuevo al otro lado del río Hooker, en ese momento las nubes nos cubrían el Cook por completo.



La caminata termina en el Glaciar Hooker y su lago lleno de icebergs, el viento era algo terrible pero poco a poco dejó de llover y las nubes se fueron disipando para dejarnos una vista casi perfecta de los 3.755 metros del Cook, una vez más el esfuerzo valió la pena.



Con un día increíblemente bueno aprovechamos a hacer una última caminata, la marcha de las lagunas rojas; una empinada pero relativamente fácil subida a una montaña frente a los dos valles que fuimos anteriormente, para tener una vista aérea del lugar.



Parece mentira como terminó el día después de amanecer tan malo, en la noche la Luna llena nos iluminaba espectacularmente las montañas en una noche fría con un cielo perfectamente limpio.