DAMASCO

Damasco, otro caos de ciudad, con un trafico denso, taxis que se cruzan, pitidos…Debemos movernos en buses hasta el centro, un labor que require mucha paciencia, pues son decenas de minibuses, donde la gente grita los destinos, y todo esta escrito en arabe. Esta vez tuvimos que buscarnos hotel, algo que no estamos acostumbrados; primero localizamos la zona barata, y despues de visitar como 9 hoteles, encontramos el mas barato, que con el regateo se nos quedo en 8 Euros la doble. La ciudad es del estilo de Aleppo, muy muy antigua, el viejo Damasco se divide en varios cuadrantes, cristiano, judio… Encontramos multitud de mezquitas, iglesias, palacios de gran lujo; y un mercado de dimensiones extraordinarias. En unas de las calles vimos el coche de los bomberos, autentico!

En el interior de las murallas se haya la mezquita de los Omeyas; tiene un gran patio interior, con las fachadas muy decoradas, y dentro una tumba, donde como siempre, la gente lucha por tocar y besar.

Antes de dejar el pais debemos presentarnos en la oficina de inmigracion, pues nuestro visado es de 15 dias y ya llevamos 21… Sabemos que la cosa es sencilla, solo es un sello por otros 15 dias y pista. Pero al llegar…de entrada, vemos a la gente por la calle haciendo el papeleo por encima de los coches, y en la oficina, un gran cumulo de gente con papeles y pasaportes por todos lados. Tuvimos mucha suerte de encontrar un traductor que nos ayudo; sin su ayuda habria sido muy complicado. Nos metimos de lleno en el papel, e hicimos como todos; empujar, colarse, y ponerle los papeles delante a los oficiales para ser atendidos; llego un momento que alrededor nuestro solo veiamos manos con pasaportes, la mayoria de nacionalidad iraqui. Total, casi dos paginas de pasaporte solo para Siria…

Para salir de Damasco fuimos bien preparados con el nombre del minibus escrito en arabe, pero una vez delante de todos los minibuses, empezamos a comparar los simbolos, y es imposible, tenemos que recurrir a la gente.

Cerca de Jordania, paramos nuestro ultimo dia en Siria en la localidad de Bosra, donde hay uno de los mejores teatros romanos conservados, y una antigua ciudad romana donde aun vive la gente. Casualmente conocimos a Zacarias, quien tiene un restaurante aqui, y nos dejo dormir en una tienda beduina que tenia fuera; y no solo eso, nos llevo a su tradicional casa en la ciudad romana, a comer con sus amigos.