Desde Ayutthaya decidimos tomar el tren ya que en Tailandia es más barato; la hora y media de recorrido hasta Bangkok salió por 15 baht cada uno, (0,3€)
Es difícil describir Bangkok en una sola entrada del blog, faltan palabras y muchas fotos; con sus 8 millones de habitantes, es una ciudad enérgica, llena de vida, con muchas cosas que ver, hacer; cosas buenas y algunas malas también; pero lo que es por seguro, Bangkok, es la ciudad de los reencuentros y de conocer gente nueva y variopinta. Todo viajero que anda por estos países, en más de una ocasión pasa por Bangkok, es el centro de todo; los vuelos más baratos suelen llegar o salir de aquí, quien va hacia China, en dirección Australia, al este a Camboya o quiera volar a Myanmar, ha de pasar por Bangkok.
Desde la estación de tren tomamos un bus local directo a una guesthouse que nuestros amigos Marzia y Edmundo nos habían recomendado por ser posiblemente la más barata de la ciudad, en la línea habitual de los 3€; lo que pasa que éstas son aún mas básicas y las habitaciones no tienen siquiera enchufe; en todo el edificio de tres plantas hay un enchufe en el descansillo de la escalera de la primera planta, y todo el mundo esta siempre ahí, un lugar perfecto para conocer gente…
Con la energía que siempre se tiene al llegar a un lugar nuevo nos fuimos a caminar y ver alguna cosa, cerca de nuestra guesthouse está esa famosa calle que todo el mundo ha oído hablar, Khao San Road; el centro donde van todos los extranjeros, es decir, la NO Tailandia; la parte mala de la que hablaba antes es que muchos extranjeros se piensan que en Tailandia se puede hacer DE TODO, y no hay mas que darse un paseo por Khao San y ver el trato que existe entre extranjero y local.
Cerca del monumento de la Democracia, encontramos un curioso templo en obras, gracias a eso nos pudimos colar gratis; se le conoce como el “metal castle” (castillo de metal). Realmente, más que un templo parece un palacio de cuentos, todo blanco y con los pináculos negros.
Frente a éste se halla el Golden Mount (la colina dorada), un templo sobre una colina como el nombre bien dice, pero lo más bonito eran las vistas de Bangkok que se pierden en el horizonte con un panorama de 360 grados.
Lo primero dejamos solucionado el tema de la visa de Myanmar, la cual fue rápida, sencilla y barata (17€); para llegar a la embajada tomamos en mi opinión el mejor transporte de la ciudad, los botes. Son rápidos, cómodos, baratos y con las mejores vistas; se desplazan hacia el norte y sur por el río Chao Phraya y desde el bote se pueden ver templos, iglesias, palacios… y desde las casas más humildes de la ciudad a los grandes rascacielos y hoteles de lujo.
La embajada birmana se encuentra en el área de Silom, un barrio que alberga muy diferentes culturas; está la comunidad india con su centro religioso en el templo de Sri Mariamman; hay mezquitas entre estrechas calles con mercados de fruta y puestos de comida; iglesias y la gran catedral de la Asunción; por descontado templos budistas, y entre todo ello los altos rascacielos de oficinas y cadenas hoteleras.
Tras Silom regresamos a la guesthouse donde nos esperaba el siempre bonito reencuentro con Edmundo y Marzia, (el quinto encuentro del viaje); ellos llegan de Laos para encontrar aquí a los padres de Edmundo a quienes también conocimos, Pepe y Rosa Mari. Coincidiendo con el cumpleaños de Edmundo fuimos invitados a una exquisita cena con sabores muy diferentes a los nuestros de cada día, el “Pad Thai” (noodles) o el arroz frito o cocido con verduras. Un buen filete de cerdo además de postre y coctel, pero lo mejor sin duda fueron las risas y el buen rato que pasamos todos juntos.
Y como decía antes, la ciudad de los reencuentros; coincidiendo con los últimos días de su viaje nos encontramos con Miguel e Isabel, la pareja que conocimos en Laos, ellos prácticamente acaban de venir de Myanmar y nos trajeron noticias frescas del país; fuimos a cenar todos con la compañía también de Sunny, un amigo suyo de origen bengalí.
Cerca de la guesthouse también están los templos más conocidos de la ciudad, y el Palacio Real; nos dimos una vuelta por la zona entrando a todo lo que pudimos colarnos o no tenía tickets.
Para entrar al Templo Mahathat tuvimos la suerte que era gratuito por ser el “día de Buda”, al menos eso nos dijo un hombre por allí. Había las clásicas hileras de Budas alrededor con gente durmiendo por el suelo refugiándose del intenso calor de Bangkok, y un gran templo central que dentro parecía más bien un centro comercial porque se vendían cantidad de cosas con sus precios y todo.
Colarse en el Palacio Real no es tarea fácil por eso fuimos al cercano Templo Po, una visita que valió la pena por la cantidad de stupas de colores decoradas con cerámicas, estatuas de piedra, templos de brillantes colores, pinturas…
Algo impresionante es el Buda reclinado más largo de Tailandia, 46 metros de Buda, primero se construyó éste y luego el templo que lo protege; el Buda dorado tiene incrustaciones de nácar decorando las plantas de los pies.
Al otro lado del río otro lugar que bien merece una visita es el Templo Arun, diferente, interesante, pero como siempre lo mejor es el panorama, desde la parte de arriba de su escarpada torre de 82 metros, se ven grandes vistas de la metrópoli.
En la zona comercial de la ciudad se levantan docenas de centros comerciales, y sobre la carretera de intenso tráfico pasan las líneas del tren elevado. Cerca está el parque más conocido de Bangkok, Lumphini; un lugar tranquilo, de retiro en la ciudad, con un bonito contraste entre el verde del césped, el agua de los lagos y los edificios al fondo.
En las aguas de estos lagos habita un enorme reptil que vimos en numerosas ocasiones en Sri Lanka, el monitor de agua.
Dos semanas por Bangkok dan mucho de sí, visitamos muchos, muchos lugares; pasamos por el “Mercado del Fin de Semana” Chatu Chak; un concurrido lugar donde se encuentra de TODO; había cosas originales fabricadas con cocos y madera; antigüedades; Budas; y hasta un “Predator” construido con restos de metal, cadenas de bici, bujías, etc…
Y como en toda gran ciudad, no puede faltar Chinatown, un lugar lleno de restaurantes chinos, mercados estrechos concurridos y de escasa limpieza, fuertes olores, farolillos rojos y santuarios taoístas entre medio.
Y seguimos con reencuentros… esta vez fue Frank, el chico que nos alojó en Canes hace casi tres años, justo al comienzo del viaje; después de viajar en India se ha venido para acá. Al mismo tiempo nos reencontramos con Fri, quien nos alojó en Dahab, en la península del Sinaí en Egipto, lleva ya 15 años viajando y trabajando por el mundo, su última parada fueron las islas Andaman en India. Fri además estaba con Laura, una chica Suizo-Española con quien compartimos también los últimos días.
A pesar de insistir en que no, Fri quiso invitar a todos a cenar a un lugar muy especial, un restaurante tailandés donde van los tailandeses, es decir con un ambiente mucho mejor, camareras sonrientes y comida realmente deliciosa; todo ello a orillas del río, un lugar muy bonito.
La noche se prolongó, y como a veces se dice…un día es un día, así que estuvimos de fiesta los cinco por Bangkok hasta bien entradas las cinco de la mañana.
Hola!
ResponderEliminarEn octubre/diciembre quiero ir a Tailandia. Podrías decirme el nombre del restaurante y de la guest house donde os quedasteis?
Saludos!
brutal, como siempre! un abrazo y seguid contándonos!! estoy totalmente enganchada, jajaja
ResponderEliminarMuaks!
Hola David, María y seguidores:
ResponderEliminarSomos una web amiga también de trotamundos.
Hemos sido nonimados finalistas del premio internacional The BOBs, por ello nos dirigimos a vosotros para que si nos veis merecedores nos votéis.
Entrad en nuestro blog:
La Vuelta al Mundo de Asun y Ricardo y en la columna de la derecha indicamos como hacerlo.
Muchas gracias por ayudarnos a competir.
Saludos
Hola Isabel, siento el retraso en contestar, había visto tu mensaje pero no podia contestar porque el blog esta censurado en Birmania, hoy por fin he conseguido entrar con un proxi asi que ahi van las respuestas a lo que preguntas.
ResponderEliminarPara dormir barato, PEACHY GUETHOUSE, en la calle Phra Athit, esta justo frente al puerto Phra Athit, para comer hay de todo, detras de la peachy hay restaurantes en las aceras y puedes comer desde medio euro para arriba.
cualquier otra cosa escribeme al correo, suaymaria@yahoo.es
buen viaje!
Quería ponerme en contacto contigo pero no veo un correo electrónico por la página. Necesito que me hagas un favor, consistiría en añadir un enlace permanente en tu blog de una página de internet sobre viajes, yo por mi parte me encargaría de añadir un enlace directo a este blog en la página de viajes de la que te hablo. Si me puedes hacer el favor escribeme a koke56123@hotmail.com. ¡¡Gracias!!
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