Aquí han quedado atrapados varios españoles que han montado sus negocios con bares o cabañas de alquiler, uno incluso se llama “El sitio español”. Pero bueno no será nuestro caso, ya que queremos continuar viaje.
A parte que es un pequeño paraíso, la economía es el mínimo problema que el viajero puede encontrar, pues pagamos por dormir 1,10€ por persona, y las comidas rondan el euro, siendo el plato más caro pescado fresco, gambas o calamares, que valen 1,5€. Así se puede vivir mucho tiempo aquí, saliendo cada día de la cabaña a la arena, de la arena al agua, del agua al bar, y vuelta a la rueda…
El tipo de viajero que para por estos lares suele ser del mismo tipo, y al final todos hablan con todos contándose las aventuras de viaje; y así van saliendo buenas amistades como una pareja chilena muy simpática que viajan por 6 meses, Daniel y Ale; además por el idioma siempre es más fácil hacer una amistad más fuerte; pasamos muy buenos momentos charlando y jugando a las cartas.
Más al sur hay otras playas, y aunque nos costó despegarnos unas horas de Kudle, fuimos a visitar la playa de Om, llamada así por tener la forma del símbolo del Om.
Como anécdota principal; para acceder a dicha playa hay que andar por un estrecho sendero cubierto de vegetación; en el camino, escuchamos un ruido entre la maleza y al fijarnos bien, encontramos una cobra que ya huía de nosotros. Estos animales siempre huyen, pero si se tiene la mala fortuna de pisarlos…uno esta perdido por completo.
La playa de Om tiene acceso por carretera lo que la hace más concurrida y con mucha gente local, fue un gran acierto haber elegido Kudle.
Durante estos días tuvimos la fortuna de coincidir con el Diwali; cuatro días festivos que son el equivalente a nuestra Navidad, y que precede al año nuevo del calendario indio.
Nos fuimos al pueblo de Gokarna con Daniel y Ale y paseamos por la playa donde celebran el Diwali tocando música con tambores en una especie de pequeñas construcciones con hojas y troncos de plataneras. Todo el mundo lleva ropa nueva para la ocasión, pero las más llamativas son las chicas con vestidos de muchos colores y flores en el pelo; la gente se felicita el Diwali, al igual que la conocida frase de “¡Feliz Navidad!”
Cuando alguien decide abandonar la playa, todo el mundo lo despide, es como un gran acontecimiento; por desgracia el nuestro también llegó y marchamos a Gokarna donde tomamos el bus para Goa.
Desde que cruzamos la frontera administrativa todo fueron fuertes cambios respecto a cualquier lugar de India; la primera fue la multitud de licorerías por todas partes; casitas pequeñas y bonitas con mucho estilo; iglesias y capillas; pero lo que más sorprende que pase aquí en India, es que en la estación de buses de Margao donde tomamos el bus a la capital, Panaji; los buses se iban completando con un estricto orden de forma que no irían pasajeros de pie dentro del autobús…
Cuando fuimos en busca de un lugar para dormir, nos encontramos más cambios como la forma de conducir en las carreteras principales sin usar el claxon en exceso, conduciendo en orden, y motociclistas con casco. Panaji nos encantó desde que llegamos, en sus callejuelas apenas circulan vehículos y es sumamente tranquilo y pacifico.
Goa posee la renta per cápita más alta de India, y esto también se acusa en los precios de todo; el hotel más barato fueron casi 5€; y más que hotel parecía un campamento de verano con montones de normas muy estrictas, entre ellas abandonar la habitación a las 8:30 de la mañana, cosa que nos hizo mucha gracia…
No fueron los ingleses los únicos que colonizaron la India; los portugueses fueron los primeros en llegar al subcontinente indio, en el siglo XVI; pero también fueron los últimos marcharse hace tan sólo 47 años. Además de Diu y Daman (Gujarat); Goa fue la colonia portuguesa más importante de India.
De ahí que todo sea diferente; la actitud de la gente, incluso sus facciones, pero lo más bonito son las casas de estilo de los pueblos sud-europeos, o más bien estilo portugués.
Las calles son estrechas, casas bajas y muy coloridas, cortinillas y muchas flores en tiestos en las ventanas, los azulejillos con los nombres de las calles o nombres de las casas (escrito en portugués); balconadas de madera tallada…
Las iglesias y capillas también están repartidas por toda la ciudad; así como pequeños templos, estilo hindú, pero en vez de imágenes de Ganesh, Shiva… sale Jesucristo y la Virgen María.
Cerca de Panaji se ubica la antigua capital, la Vieja Goa, donde se encuentran catedrales e iglesias, que están entre las más grandes de Asia.
La más importante es la Basílica de Bom Jesús, donde se hallan los restos de San Francisco Javier, el misionero que llegó a cristianizar Asia.
Tras su muerte en China le echaron cal viva en su ataúd para hacer desaparecer el cuerpo, y aquí llegó el milagro: la historia o leyenda cuenta que al no descomponerse el cuerpo con la cal, y tras muchos años de muerto aún conservaba sangre en su interior, lo hicieron santo. Pero el cuerpo incorrupto de San Francisco Javier se empezó a desperdigar por Asia, le cortaron un brazo, otros se llevaron los órganos… Actualmente se encuentra en esta Basílica que estaba llena de gente, donde muestran su cuerpo una vez cada 10 años, (no nos coincidió). La “humilde” tumba de tres pisos llevó 10 años construirla.
Goa es conocido mundialmente por sus playas; estas son para todos los gustos y colores; pero después de ver las más importantes del estado, nosotros nos quedamos con la playa de Kudle, aún sin descubrir por mucha gente.
La playa de Calangute está unida a la playa de Baga; ambas son de lo más normal, el aparcamiento está repleto de autobuses que traen a turistas tanto nacionales como extranjeros; y el pueblo tiene grandes supermercados que no hemos visto en otro lugar del país.
Toda la playa es un mar de tumbonas que cubren la arena, chiringuitos con pesados vendedores que insisten en que entres al restaurante; deportes acuáticos…
Calangute es la playa que atrajo a los hippies de los años ‘60 (que aún siguen aquí atrapados); por aquel entonces seguro que fue el gran paraíso, ahora es la versión india de la Costa del Sol.
La playa que le sigue al norte, tiene un bonito acceso por toda la orilla costera, pero la gente no lo transita demasiado; así llegamos a la playa de Anjuna, bastante más bonita que la anterior, pero también con todo tipo de comodidades, restaurantes, tiendas… El pueblo es muy pequeño pero con bonitas casas de alquiler para todo el turismo que viene en busca de playa y fiesta, por supuesto no faltan los hippies de toda la vida.
La última playa que fuimos es la de Vagator, dominada por un derruido fuerte portugués.
En este tiempo se ha cumplido nuestro mes número 19º; no es nada especial, pero tras 1 año y 7 meses en ruta hemos gastado nuestros primeros 6.000€, incluyendo visados, barcos…TODO; es decir, que al mes por persona nos hemos gastado un total de 157€; con lo que reforzamos más la teoría de que todo el mundo puede viajar, y que en ocasiones viajar es más barato que vivir en España; así que todos los que queráis y os preocupe la economía os animamos a que lo hagáis, solo hay que dejarlo todo y disfrutar, ¡es posible!
No sólo eso ocurrió en estos días, también celebramos nuestro 10º aniversario juntos, muuuucho tiempo ya; y para ello salimos de nuestra rutina comprando una tarta y tomándonos una cuantas cervezas, que mejor sitio que Goa para eso…
Hola chicos! Como ya sabeis, hemos acabado nuestra aventura, pero seguiremos viajando con vosotros. Adelante, sois unos cracks, y si vais a Japon o Corea, ya sabeis que estamos para lo que sea
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