20 noviembre 2009

EL DELTA DEL MEKONG

El río Mekong nace en el altiplano tibetano y recorre 4.500km entre China, Myanmar, Laos, Tailandia y Camboya, para desembocar en uno de los deltas más grandes del mundo en el sur de Vietnam; el río de los “Nueve Dragones”, así es llamado en Vietnam.
El Delta del Mekong se divide en dos brazos principales y uno de ellos en muchos otros más pequeños; en nuestro camino desde Saigón, pasamos el primero de ellos a la altura de Vinh Long, y más tarde nos detuvimos en la carretera por mucho tiempo sin saber por qué, hasta que nos dimos cuenta que el segundo brazo no tiene puente y cruzamos con un transbordador, llegando así a la ciudad más grande del Delta, Can Tho.


Lo que primero nos cautivó del Delta son sus frutas; es un lugar tan fértil que se dan multitud de frutas tropicales deliciosas, las cuales se adquieren por muy bajo coste; una vez más encontramos “jackfruit” la fruta enorme que probamos en Sri Lanka por primera vez; también hay Durian, una fruta de la misma familia del jackfruit que desprende un olor muy muy desagradable, mangos, lichis, rambután, fruta del dragón y un innumerable más…



El mercado está junto a un gran canal del Mekong donde llegan las barcas cargadas de frutas, pescado, vegetales…



Varios cientos de años atrás en el tiempo, el Delta era parte del gran imperio Khmer, conocido hoy en día como Camboya; por ello aún queda gran cantidad de población de descendencia Khmer.
Por primera vez vemos un templo budista khmer, bastante diferente a cualquier otro; éstos suelen tener formas más alargadas, más en punta, de colores llamativos dorados, y las representaciones de Buda o monjes tienen unos largos gorros cónicos.



Lo que verdaderamente nos trae a éste lugar, son los mercados flotantes; nunca habíamos visto uno autentico, así que decidimos hacer un pequeño gasto extra haciéndonos un “tour” por los canales del Delta.
Las primeras ofertas que nos salieron ascendían hasta casi 14€; pero investigando por los embarcaderos, sin tratar con intermediarios, conseguimos un precio de 8€ por un paseo de 5 horas visitando un par de mercados; la experiencia fue realmente gratificante.

Comenzamos muy pronto en la mañana; entre un amanecer espectacular se divisaban las siluetas de las barcas con las palmeras como telón de fondo.


La gente más humilde del Delta suele vivir en la misma orilla del río, en casas de madera soportadas por pilares dentro del agua y un tejado de chapa en ocasiones hundido y muy deteriorado. El canal es el día a día de esta gente, es su sustento de agua para beber, donde se encuentra su comida, lo que hace de cuarto de baño, sus “carreteras”… A lo largo del canal hay gasolineras al igual que si fuese la autopista principal.



A tan sólo seis kilómetros esta el primer mercado flotante llamado Cai Rang; con los primeros rayos del sol vimos a la gente intercambiando sus productos, comprando…Barcas cargadas hasta los topes de piñas, (una piña cuesta 0,08€); barcas que sirven cafés, o barcas restaurantes donde se puede comer unos noodle; todo muy barato.



Una hora más tarde siguiendo el canal llegamos a un mercado flotante más pequeño pero más bonito y autentico, pues la mayoría de las barcas son de remos, el mercado de Phuong Dien. Barcos cargadísimos de plátanos, y al igual que en el otro mercado la gente intercambiando desde sus barcas; que se chocan unas con otras amontonadas.
La mujer que nos llevaba en el bote se portó muy bien en todo momento, nos había comprado una piña y nos la pelo de una forma que suelen hacer aquí en Vietnam, dejando el tallo para agarrarla cómodamente.



El regreso a Can Tho fue a través de estrechos canales que nos recordaban mucho a las “Backwaters” de Kerala en India, entre una espesa vegetación de arboles cargados de frutas y con pequeñas villas a los lados del río.



Este mismo día dejamos Can Tho y nos dirigimos al este, a Soc Trang, una pequeña ciudad cargada de cultura khmer.
Aquí nos damos cuenta claramente de la gran influencia hindú durante la época del gran auge del imperio Khmer; la pagoda de Barro nos recuerda a aquellos templos hindús llenos de tierras, fotos de santones, luces de colores, cintas, velas y figuras de animales mitológicos; casi todo dentro de la pagoda es de barro, y hay figuras de elefantes, tigres, camellos, dragones…



Otra de las pagodas es mas del estilo de las que vimos en Can Tho, la Pagoda de Kh’leang; de color dorado con una especie de stupas con figuras de cobras con varias cabezas, un simbolismo claramente hindú.
También había un cementerio, y las tumbas eran pequeñas stupas con unas puertas en la base donde se encuentran las cenizas del muerto, o muertos; varias de las stupas tienen en la punta cuatro caras de Buda.



En las fueras de Soc Trang está la Pagoda de los Murciélagos, nuevamente khmer, del estilo de la última, con la única anomalía de que alrededor de ésta viven unos enormes murciélagos de hasta metro y medio de envergadura, que no paran de hacer ruido en la copa de los árboles.



Dejamos el Delta y nos adentramos en el corazón del pantanoso extremo sur de Vietnam, Ca Mau. En Ca Mau disfrutamos de todas esas deliciosas frutas que nombramos al principio, además aquí hay: “mercado de la mañana”, “mercado central”, “la calle del mercado” y “mercado flotante”; así que fruta no falta, y a precios increíbles.



Ca Mau está atravesado y rodeado de canales que nuevamente son las carreteras principales y el sustento de toda la población.



En uno de los mercados encontramos nuevos productos a la venta como serpientes, unas de ellas de gran tamaño y peso; y junto a ellas venden también ratas de varios tamaños para el consumo humano, había una chica encargada de matarlas, destriparlas, cortarle las patas…un trabajo un tanto desagradable.



En nuestro camino a la frontera sur de Camboya, no hay carretera alguna, tendríamos que regresar a Can Tho, por lo que tomamos una lancha-bus hasta Rach Gia. La lancha era pequeña, hermética, con dos líneas de asientos para dos personas cada línea, pero como la lancha paraba por todos los embarcaderos, también llenaron el estrecho pasillo con sillas de plástico para meter más gente, por lo que la lancha iba maciza de personas completamente.


La lancha nos dejó lejos de Rach Gia, frente a la mafia de moto-taxis que nos negaban la existencia de un autobús, por lo que terminamos caminando como 5km hasta el centro de la ciudad donde en la estación tomamos un bus para así continuar hasta Ha Tien donde pasamos nuestros últimos días en Vietnam.
Este camino fue realmente bonito, de nuevo vemos formaciones kársticas salteadas por la llanura, y nos encontramos de nuevo con el mar, en el Golfo de Tailandia.
Parece que Ha Tien se está promocionando mucho para turismo local, y está un tanto sobrevalorada, por lo que nos costó encontrar algo económico; la ciudad yace junto al río que desemboca en el Golfo, en un lugar muy tranquilo y pequeño donde descansamos tres días.



Hasta 1.708, Ha Tien era parte de Camboya, antes que eso, los khmer nombraron a un gobernador chino para Ha Tien, llamado Mac Cuu, quien está enterrado aquí en una tumba muy colorida con dragones y otras figuras; aparte de Mac Cuu, está enterrada toda su familia; junto al cementerio hay una pagoda y además visitamos alguna que otra más por la ciudad.



Aunque en el mercado se encuentran muchas frutas, ya no es lo mismo que los sitios de donde venimos; se ven gran cantidad de diferentes pescados y moluscos que venden en la calle al sol sin temor a que se pudran, pues la temperatura aquí supera lo imaginable; el Delta en general es caluroso, pero aquí es fuego autentico, con una humedad que supera el 90%.



En Ha Tien existe una pequeña agencia turística bastante legal y con ánimo de ayudar al viajero; para empezar tienen internet gratuito para quien sea, independientemente si se contrata algo o no. Éstos además tienen autobuses que van a la capital de Camboya, o a Sihanoukville que es donde nos dirigimos nosotros, por 15US$. Este viaje por cuenta propia saldría muy parecido de precio debido a la mafia de las motos, y a la inexistencia de transporte público al otro lado de la frontera; así que la mejor opción fue tomarlo…



2 comentarios:

  1. Os sigo desde agosto y me gustan mucho vuestros relatos, las fotos también son muy bonitas y creo que es fantástico lo que estáis haciendo.

    Un saludo desde Barcelona!!

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  2. Hola David y María:
    He dado una vuelta por vuestro blog para ponerme al día y he quedado asombrado de Vietnam, la cantidad de frutas y vegetales exóticos que nunca he probado, ¡ y no digamos de las ratas, quién se atreve a comerlas !
    Las fotos son preciosas y valen mas que mil palabras.
    Que tengáis un buen viaje, un saludo Asun y Ricardo

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