FRIAS NOCHES EN EL DESIERTO

Nos encaminamos hacia el desierto de Siria; y para salir de Aleppo usamos el transporte publico. El precio del combustible es tan barato en este pais; (0,10 Euros/l.), que moverse en bus es baratisimo; pagamos 0,6 Euros por 150 km, con servicio de azafato incluido…
La carretera va siguiendo el rio Eufrates, en otra de las Rutas de la Seda; el terreno se vuelve seco y desertico, vemos las primeras “tiendas” de los Beduinos, una gente nomada que vive del ganado, sin un lugar fijo para vivir.
Los ultimos dias han sido muy comodos, y llegar a Al Thaura, en un dia lluvioso, con viento, y sin lugar donde dormir, fue... Pero, lo bueno es que siempre, algo pasa; compramos unos frutos secos en una tienda, y nos invitaron a tomar te; una vez que ocurre esto, la comida y el alojamiento es lo siguiente. Hemos hablado mucho de la hospitalidad turca, pero los arabes se pasan..., no podiamos dar a basto a comer y beber lo que nos daban, nos trataron como reyes, nos dieron un apartamento en la ciudad para nosotros solos, nos invitaron a cenar con la familia…fueron a buscar un ordenador no se donde para conectar internet, pero para ellos todo esto es normal; nosotros no encontramos las palabras para agradecerselo.

Maria tuvo la ocasion de estar con las mujeres, en casa de Tayssir, donde ellas visten ropa normal, y llevan el pelo descubierto; con la llegada de los hombres fue un revuelo monumental en toda la casa para ponerse las ropas largas y el paniuelo en el pelo.
La maniana siguiente Nadim nos desperto con la bandeja del desayuno, ni en el mejor hotel…Marchamos a dedo hasta un castillo cercano, Qala’at Ja’abar, asentado en un saliente al lago que forma la presa del rio; pero en el desierto es muy complicado viajar asi, llegar…llegamos, pero a la vuelta tuvimos que andar un monton de kilometros hasta encontrar algun vehiculo; y los transportes que nos cojen suelen ser camionetos, que nos llevan en el remolque.


Nos adentramos mas en el desierto viajando de nuestra manera, algo que aqui la gente no puede comprender, por el bajo precio de los transportes. Encontramos con una pequenia villa muy tradicional, donde somos observados y perseguidos por los ninios. La noche se nos echaba encima y un camion paro para llevarnos; esquivando rebanios de ovejas encontramos las ruinas de Halabiyeh donde pasamos una fria noche entre gritos de murcielagos y ladridos de perros.


Al seguir camino nos ocurrio lo mismo, nadie pasa, y tenemos que movernos a pie. Pero en la ruta tuvimos un grato encuentro. Unos beduinos nos llamaron para tomar te y comer maiz; una gente autentica, con sus ropas tradicionales, las mujeres con los tatuajes en la cara…Solo pudimos hablar por gestos, pero entendimos perfectamente que la proxima vez no dumamos en la calle, que ahi teniamos un techo.


El veterinario de la zona nos acerco hasta Tibni, y recibimos una nueva oferta de te, pero esta vez por alguien del gobierno en la casa de cultura. Aceptamos, pero durante el te, un policia paso por alli, y nos empezo a hacer preguntas como –Habeis estado en Israel?, finalmente nos pidio los pasaportes, y comenzo a apuntar cosas. Al principio nos negamos pero…pasamos de estar retenidos de nuevo, en cuanto nos los devolvieron salimos pitando de alli.
La gente siempre se empenia en parar buses para nosotros, esta vez fue otro policia, y de entrada le metimos un rollo…que si era un proyecto muy importante y no podemos coger buses…, todo el viaje a de ser en autostop…despues de 1 hora ayudandonos a parar algun vehiculo (no pasaba nadie), nos pago un bus y directos a Deir Al Zor. Dado la complicidad del transporte a dedo, seguido nos cogimos un bus hasta Palmyra, donde todo se vuelve desierto puro y duro.


Palmyra es el lugar emblematico de Siria, unas ruinas romanas de entre los siglos II y III, y donde han construido un pequenio pueblo especial para el turista, un lugar corrompido, muy lejos de la autentica vida arabe, un lugar donde todos los vehiculos son taxi, donde todos tienen hotel; la gente no pide, acosa; nadie te ayuda si no hay “money, money” por medio. Huimos de la gente, y nos asentamos entre las ruinas y el castillo; pasamos la noche dentro de unas ruinas, que creemos son antiguas tumbas, pues a cada lado teniamos seis cabidades para meter los cuerpos. Fuimos afortunados de encontrar este lugar, las noches en los desiertos sabiamos que son frias, pero es que la temperatura cayo hasta unos -3 grados.

Despues de varios dias durmiendo en la calle y cargando con la casa a cuestas, estamos reventados, y decidimos tomar un bus a Homs; pero en la estacion de bus primero nos pidieron cuatro ticket por las mochilas, luego, un precio muy alto por cada ticket, con esa mirada de “dinero, dinero”, regateamos, pero como encima se reian, nos marchamos; al primer camion que paso, le levantamos la mano y paro encantado. Con el fuimos a Homs, y de camino nos invito a cafe, fruta… pero nos quedamos alucinados cuando hablando sobre el tema del PKK, saco una pistola para explicarnos con gestos que, efectivamente hay mucho problema en Turquia…
En Homs, volvimos a ser acosados por los taxistas, todos nos quieren llevar y nos enganian con las distancias, y ellos solos se regatean bajando el precio. Y de Homs, un poco mas al norte encontramos Hama. Aqui nos tuvimos que buscar algo para dormir, no podiamos mas…, pero bueno, el bolsillo ni lo nota, con hotel de 6 euros.
Hama es la ciudad de las norias de agua; hay una especie de rio que atraviesa la ciudad, un rio contaminado, de agua corrompida, pero que a lo largo de el, se encuentran estas antiguas ruedas de madera, que dan un toque especial a la ciudad.

El transporte barato es una tentacion muy grande, pero mayor es la tentacion de la aventura y experiencias. Nos salimos de la ciudad a pie, y ya no hace falta hacer dedo, solo hay que levantar la mano un poco, y el que pasa para. Primero fue un camion y depues una pareja muy graciosa de Palestina, nos contaban que habian dejado su pais y se iban a casar a Turquia, porque sus familias no querian verles juntos. Nos dejaron en Ma’arrat an Nu’man y atravesamos el pueblo buscando la carretera a Kafr Nobbol. Nuevamente se acumulan las ofertas de tomar te, o fumar Narguile…aceptamos en un taller con unos mecanicos; nos sacaron te y mirra, una especie de cafe muy fuerte que se sirve en muy poca cantidad y se toma de un trago.
Cogimos la carretera buena y un camioneto nos acerco hasta Kafr Nobbol donde nos encontramos con Rami, de CS. El y sus amigos nos llevaron de ruta a ver las “Dead Cities”, antiguos pueblos abandonados, construidos enteros de piedra. En el mas imporatante de ellos, Serdjilla, vimos dos “fabricas” de aceite de oliva, totalmente costruidas en piedra.

Los chicos nos hablan un poco como funciona la vida aqui; por ejemplo lo normal es que los padres eligan la pareja de los hijos y concertan un encuentro, despues tienen un periodo de tiempo para ver si funciona; pero la ultima palabra realmente la tienen los padres. A la hora de comer ya ni nos acordamos de la ultima vez que usamos cubiertos, siempre se come en el suelo, usando el pan como cubierto, muy diferente, y rico...

Casualidades de la vida, regresamos a Aleppo, esta ciudad nos tiene atrapados...y pasamos una noche en casa de la hermana de Rami. De camino paramos en Ebla, un lugar muy importante en la historia, pero solo queda eso, historia y piedras...

Decidimos irnos en tren hasta Latakia, porque el recorrido es muy bonito, entre las unicas montanias que tiene Siria, ademas es baratisimo; 3 horas de viaje por 1 Euro los dos...

Los mentirosos taxistas nos dicen que son muchos kilometros hasta el centro, al cual llegamos en 10 minutos a pie. Latakia es muy diferente al resto de Siria, no todas las mujeres van tapadas, es mucho menos tradicional; al igual que Bani, el chico de HC, con una mentalidad mas europea. Nos llevo a su casa en las montanias, donde pasamos 4 dias entre tormentas, lluvia... los rayos cayendo frente a la casa, algo impresionante. Fueron unos dias incomunicados del mundo, que nos han venido muy bien para parar un poco el tren que llevamos, ademas con el peculiar estilo de vida de Bani aprendimos muchisimo, fuimos a lugares escondidos entre la maleza, hogeras...la lastima que no pudimos ver la fauna de aqui, pero si escuchar a los chacales y las hienas rayadas en la noche.

Aprovechamos los primeros rayos de sol en estos dias, y sin pensarlo tiramos hacia el sur por la costa, y de nuevo en direccion a Homs, paramos en el camino a ver unos de los mejores castillos conservados, y que jugo gran papel en las Cruzadas, el Crac des Chevarlies. La fortaleza esta muy muy bien conservada y se podria pasar dias investigando sus tuneles y puertas secretas.

Hasta Maalula, nos fuimos a dedo, un pueblo excavado y construido en la montania. El lugar es sagrado para los cristianos, aqui se ven mezquitas e iglesias compartiendo suelo, y sus habitantes conservan la tradicion de hablar en Arameo. La noche que llegamos encontramos un hueco entre las rocas que nos sirvio de cobijo en estas frias noches.