15 octubre 2010

TIMOR

En Denpasar tomamos el décimo vuelo del viaje, de los cuales ocho vuelos han sido tan sólo en los últimos siete meses; con la compañía indonesia Merpati volamos desde Denpasar por 40€ hasta la isla de Timor, en el extremo oeste de Nusa Tenggara.

Timor está dividido en dos partes, la parte oeste (donde nos dirigimos), y que pertenece a Indonesia; y por otra parte la mitad este de la isla que es un país independiente, Timor-Leste; la capital del Timor de Indonesia es Kupang donde pasamos los primeros dos días.

Llegar aquí es como ir a un nuevo país; la actitud de la gente cambia totalmente, sobre todo respecto a nosotros, su interés no va más allá de echarnos una sonrisa y decirnos: “Hello Mister!”. Somos muy pocos extranjeros, básicamente divididos en tres grupos: los que llevan mucho tiempo viajando y van de camino a Australia o vienen de allí; unos pocos surferos, ya que la cercana isla de Rote es uno de los paraísos mundiales para hacer surf; y la gente que va a renovar su visa indonesia a Timor-Leste o trabajadores de las Naciones Unidas de este mismo país.

Tuvimos muchos problemas para encontrar donde dormir, ya que nos coincidió el primer día de clases en los colegios; con la noche encima recorrimos todos los hoteles baratos y medianamente baratos pero todo estaba lleno. En Kupang hay un hotel económico donde van los mochileros, “Lavalon Guesthouse”, y aunque fue el primero que nos dijo que estaba lleno, volvimos a pedir consejo de qué hacer. El dueño fue muy majo y éste nos dejó dormir en el comedor con unos colchones en el suelo por la primera noche.

Una parte que nos gusta de éstos lugares es encontrarnos con gente muy parecida a nosotros y con quienes podemos intercambiar historias y coger consejos de aquí y allá; así conocimos a Huge, un chico de Australia, y a Andrew un polaco con quien descubrimos muchas coincidencias. Andrew y su novia llevan un año y medio de viaje desde Polonia hasta aquí exclusivamente por tierra y mar, sin volar, lo que les está haciendo esperar mucho tiempo en Timor (2 meses), buscando un barco que los lleve a Darwin (Australia). Esta pareja conoce a unos chicos polacos que encontramos en India, Tomas y Emilia; conocieron a Erkan, la persona que nos ayudó en Diyarbakir (Turquía) durante el mal percance que tuvimos allí, y sabían nuestra historia; estuvieron en remotos lugares en el Karakorum y conocieron a varias personas que nosotros también encontramos allí…

Pasamos prácticamente los dos días hablando con Huge y Andrew, y yendo a cenar al mercado nocturno, con mucha vidilla y gente local muy simpática.



Frente al Lavalon, está el Lavalon Café, del que es dueño Edwin, un tío muy majo que tiene información de todo lo que se quiera en Timor y además tiene wifi gratuito para todo el que vaya por allí.



Lo único que hicimos en Kupang fue ir unos kilómetros al oeste, al puerto de Bolok; cerca de allí hay un lugar llamado “Air Kristal”; un sitio curioso y muy bonito. Se trata de una pequeña cueva y en el fondo (donde aún llega la claridad de la calle) hay un pequeño lago. El nombre de “cristal” viene dado porque el lago está tan limpio y el agua tan quieta que parece un cristal; desde lejos, entrando en la cueva, se puede ver absolutamente todo el fondo del lago (unos 10 metros de profundidad).



Para salir de Kupang utilizamos uno de los multitudinarios “bemos tuneados” que nos llevan con la música a tope hasta la estación de bus donde encontramos el que va a Soe, también con el alivio por fin de no tener que pelear por ser estafados; el conductor era un hombre muy majo que nos dijo el precio correcto igual que el resto de locales.

Soe es un pueblo en el centro de Timor Oeste, con un interesante mercado permanente. Aquí ya no hay extranjeros, fuimos los únicos en los siguientes días; debido a ello todo el mundo nos observa y muchos quedan atónitos con nuestra presencia.
La gente local es muy diferente, tienen la piel mucho más oscura (alguno bastante negro), el pelo rizado como en África y la nariz grande y achatada, una raza que se acerca más a los papúas que a los malayos.



En los días que estuvimos en Soe pasamos varias veces por el mercado donde muchos ya nos reconocían; la mitad de lo que venden es “tabaco” local, al que son realmente adictos, es una especie de fruta seca que mezclan con el polvo blanco hecho con conchas de mar pulverizadas, algo así como en otras partes de Asia, (mayormente en Burma y ciertas partes de India); esto les deja los dientes negros y se los destruye completamente.


Nadie habla inglés, aunque sea un poco más complicado, no importa porque el lugar es único; la gente nos llama por la calle continuamente, “Hello Mister, hello Mister!”

A pocos kilómetros de Soe hay una villa llamada Niki Niki; fuimos a ella con curiosidad de ver la casa o el palacio del Rajá. Resulta que varias villas y áreas de aquí tienen un Rajá, que su función actualmente es mera representación; al no tener ningún poder, éstos se ganan la vida como cualquier otro habitante, trabajando.

Al llegar a la casa nos recibió una mujer mayor que por supuesto no hablaba una sola palabra de inglés pero con gestos entendimos que nos invitaba a pasar dentro. Casualidad que al tiempo apareció Daniel, un amigo de la familia (suponemos) y él nos hizo de interprete con su escaso inglés. Primero nos invitaron a tomar un café y luego nos llevaron a la parte trasera para enseñarnos el cementerio familiar donde están las tumbas de todos los Rajá Amanuban. Fue muy complicado entenderse pero al final deducimos que la mujer de la foto nos mostraba las tumbas de sus antepasados pues ella era descendiente directa de los Rajá, y su hijo (a quien conocimos más tarde en una destartalada moto) es el actual Rajá de Niki Niki.



Daniel iba de camino a Kupang y se ofreció a llevarnos de vuelta a Soe; fue una gran suerte pues cuando vamos en el bemo con todo el mundo apretujados, casi no vemos lo que hay en el camino, y al ir en coche con Daniel, vimos los “Lopo”, las casas tradicionales. Son una especie de chozas de paja con una pequeña puerta y suele haber una humera saliendo entre hierba seca que conforma el “lopo”.
Leímos que el gobierno quitó los lopos de la gente para construirles casas modernas, pero éstos seguían construyendo su lopo detrás de la nueva casa, alegando que las nuevas viviendas eran insalubres porque pasaban frio, en cambio en el lopo hacen fuego y siempre está caliente. Y así es como vimos los lopos, todos detrás de cada casa “moderna”.



Sin duda lo más autentico e impactante de Soe y de Timor, fue el mercado semanal de la villa de Oinlasi a 50km de Soe, en un alto y con acceso a lo largo de una carretera malísima.

Si en Soe nos miraban, aquí fue demasiado, la gente de otras villas remotas viene a vender sus cosas, gente con ropa tradicional; los hombres llevan una falda colorida hecha a mano, y las mujeres se colocan trapos en la cabeza mientras agachadas venden unas pocas de zanahorias, ajos y sobre todo el tabaco local del que ya hablábamos.



La gente aquí es espectacularmente simpática, lo pasamos muy bien; no les importa ser fotografiados y como siempre hacemos, les mostramos la foto en la cámara; alguno al verla se emocionaba y los gestos demostraban que no ven algo así muy habitualmente.



Desde Soe viajamos hasta Kefamenanu, un pueblo más de camino sin mucho encanto, tan sólo pasamos la noche y al día siguiente seguimos rumbo hacia Timor-Leste. En el bemo conocimos una monja, de origen indonesio pero vive en Italia, como no hablaba inglés tuvimos que apañarnos con nuestras cuatro palabras en italiano. Era muy simpática, nos contaba que iba a ver a su familia a Atambua, y hacía ocho años que no venía a verlos. Nos invitó a su casa, y aunque íbamos con el tiempo un poco justo porque era nuestro último día de visado y debíamos abandonar el país, aceptamos su oferta y paramos en una pequeña villa a las afueras de Atambua. Aunque pasamos sólo un rato fueron muy majos, nos sacaron rápido galletas, fruta, agua… un bonito recuerdo y buen sabor de boca para dejar el país.



2 comentarios:

  1. HOLA DAVID Y MARIA ES EMOCIONANTE PARA MI LEER TODA ESA EXPERIENCIA DE VIDA QUE HICIERON Y MUCHO MAS SIGNIFICATIVO QUEIZAS POR EL HECHO QUE SOY LA MAMA DE LAUARA "UNA ACROBATA MAS DEL CAMINO"" Y ME APASIONA VER , SAVER, QUE TANTA GENTE COMO MI HIJA ESTAN HONRANDO LA VIDA Y MOSTRANDONOS A TANTOS COMO YO QUE SOLO PODEMOS VIAJAR Y SOÑAR CON ESOS LUGARES ATRAVEZ DE UDS DE SU RELATO LOS FELICITO!!! ESAS FOTOS , EL PAISAJE LOS RELATOS ... TODO FANTASTICO

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