16 noviembre 2009

SAIGON

El 30 de Abril de 1.975, las tropas de Vietnam del Norte, (el Viet Cong) tomó definitivamente Saigón tras muchos años de lucha; tras la toma, la ciudad del sur de Vietnam se rebautizó en honor al líder que impulsó el gran movimiento de expulsar a los franceses y de reunificar Vietnam; así pues, Saigón pasó a llamarse Ho Chi Minh City.


Al llegar a la ciudad lo primero que nos sorprende es la cantidad de motocicletas que circulan por las calles, (3 millones); y no solo la cantidad, sino la forma de conducir; es realmente una locura. Las motos vienen y van en todas direcciones, se cuelan entre los autobuses, se amontonan en los cruces; normalmente van dos personas en cada moto, aunque tres es bastante habitual y cuatro personas se ve ocasionalmente… Muchos van sobrecargados con sacos, cajas, animales, cartones…


Otra cosa llamativa porque hacía ya bastante tiempo que no veíamos, son los tendidos eléctricos; recordándonos a India u otros países del subcontinente, en Saigón hay mogollones de cables que cuelgan de un poste a otro a lo largo de las calles, en ocasiones cuelgan tanto que se pueden tocar con la mano.


Según llegamos, fuimos en busca de la casa de Chris, (Couchsurfing), un chico americano que hace 7 años decidió marcharse para viajar de otra forma diferente, viviendo en cada país por un periodo de tiempo y así aprender realmente su cultura, comida etc… Chris vive con Tram un chico vietnamita muy simpático también. El piso esta en mitad de un bario local con gran ajetreo matutino de puestos de comida muy barata; los habitantes siempre están con las puertas de las casas abiertas de modo que siempre se ve a la gente viendo la tele, comiendo…

Saigón es la ciudad más grande de Vietnam y por lo tanto la más activa con un gran ajetreo en las calles, también es la ciudad más moderna por lo que muchos jóvenes vietnamitas desean terminar trabajando aquí.
Don Khoi es el corazón de la ciudad con el río Saigón el cual se une en la desembocadura con el Delta del Mekong; por aquí visitamos diferentes templos de diferentes cultos como la catedral francesa de Notre Dame; la mezquita central, que como de costumbre en países no islámicos, suele estar empotrada entre edificios sin ningún tipo de encanto; el templo hindú de Mariamman para cubrir las necesidades de los 50 o 60 hindús que residen en Saigón…


Pero el que más nos impactó fue la Pagoda del Emperador de Jade, uno de los templos taoístas chinos más bonitos que hemos visto; oscuro, misterioso, lleno de humo condensado del incienso, con figuras de grotescas caras, grandes estatuas…


Hay un par de lugares de gran interés en Saigón; el Palacio de la Reunificación y el Museo de los Vestigios de Guerra.
El Palacio fue construido al poco de la llegada de los franceses a Vietnam, para el gobernador de la Cochinchina, (lo que es ahora la parte más al sur de Vietnam). Con la expulsión de los franceses, el Palacio se convirtió en la sede de Vietnam del Sur; y el 30 de abril de 1.975 los tanques del Viet Cong estaban entrando hasta la puerta del palacio, para reunificar de nuevo Vietnam. En los jardines frente a la moderna construcción, se puede ver la réplica de los dos tanques que primero llegaron al Palacio.


Por dentro el Palacio esta casi tal cual se encontraba en aquella fecha, no es para nada ostentoso, sencillas salas de reuniones, comedores, sala de cine, etc… Una gran lástima que el bunker esta en reparación y no pudimos visitarlo.


En el Museo de los Vestigios de la Guerra uno se puede pasar horas y horas; la guerra a la que se refieren es la Americana, relatándola de principio a fin, y centrándose mucho en los grandes crímenes cometidos contra el pueblo vietnamita.
El Museo se encontraba en obras y estaba un poco destartalado en la calle donde tenían un gran desorden de tanques, helicópteros, aviones, bombas, cañones y todo tipo de arsenal americano que quedó en Vietnam.


En la primera sala se muestran fotos de diferentes crímenes cometidos como lanzar a los prisioneros del Viet Cong desde los aviones; se ve a soldados americanos “jugando” con los cadáveres… Pero en lo que más se centra esta parte es en el brutal Agente Naranja. Debido a la dificultad de los americanos para encontrar a su enemigo entre la espesa selva, éstos decidieron deforestar todo con productos químicos lanzados desde aviones; así pues 70 millones de litros de productos químicos fueron esparcidos por el país, 44 millones de ellos eran Agente Naranja; de esta forma destruyeron alrededor de un 13% de la superficie de Vietnam; campos de cultivo, bosques, reservas de agua dulce, animales autóctonos fueron destruidos. La peor parte fue para los habitantes, e incluso para soldados americanos; los que no murieron, dejaron una horrible herencia a sus descendientes, pues los bebes de la siguiente generación nacieron con multitud de problemas como miembros deformados, siameses, niños sin ojos, sin boca, sin brazos ni piernas y un largo etcétera de barbaridades. Las fotos del museo son estremecedoras, así como el ejemplo de dos fetos auténticos.

Otra de las salas es llamada, "La sala de las verdades"; donde se cuenta todo tal como fue; como el por qué los americanos comenzaron la guerra debido a una invención de un ataque a sus tropas en el norte de Vietnam, la gran excusa para participar en la Guerra de Vietnam.
En ésta sala se explica con cifras los gastos en armamento y la cantidad del mismo, los americanos usaron y gastaron el doble de arsenal que en la Segunda Guerra Mundial.

La última sala visitada es dedicada a la ayuda y apoyo internacional a Vietnam; en ella se plasman todas las manifestaciones, slogan y protestas habidas en infinidad de países para parar la absurda guerra.
Al principio me extrañaba un poco que el pueblo vietnamita no tendría rencor hacia los americanos o hacia cualquier extranjero en general (por todo lo ocurrido); pero después de ver ésta sala me di cuenta que realmente el mundo entero se puso en pie a favor de Vietnam en los años ’70, incluyendo la población de los Estados Unidos.

Por último, en la calle hay una réplica de las "Jaulas de Tigre" y otros métodos de tortura usados durante las guerras; en éstas jaulas se introducían a 3 o 4 hombres, pero el tamaño es de unos 2 metros de largo por medio de alto y medio de ancho, construidas en alambre de espino. Se ven réplicas de las celdas, y de otros instrumentos como la guillotina, y una larga lista de atrocidades.


Entre Saigón y la frontera camboyana, hay un lugar muy especial para la resistencia Viet Cong durante la guerra; los Túneles de Cu Chi.

Los Túneles de Cu Chi se comenzaron a construir en los años ’40 durante la guerra contra Francia y durante 25 años se fueron ampliando y perfeccionando. Los Túneles consisten en unas galerías excavadas a mano con el fin de ocultarse del enemigo; pero en los años ’60 fue algo más que eso.
El Viet Cong construyó unos 250km de galerías entre Saigón y Camboya, pudiendo tener una base en mitad del mayor área en conflicto; los americanos incluso instalaron una base sobre los túneles sin saberlo.

El área a visitar es bastante grande, primero vimos un templo conmemorativo a las víctimas de la guerra con los nombres de éstas personas escritos en las paredes; aunque el templo es muy grande, no hay hueco para escribir un nombre más.


Con el ticket de entrada se incluye un guía vestido de soldado que explica todas las cosas; primero vimos una reproducción de las villas del Frente de Liberación. Las villas de Cu Chi eran tan normales como otras, pero sus habitantes eran afines al gobierno de Vietnam del Norte, teniendo que luchar contra los vietnamitas del sur y los americanos en su territorio, (uno de los motivos de los Túneles). En la villa vimos cómo los campesinos construían éstos túneles, como conectaban las casas con los mismos, como se abastecías de armamento con las bombas americanas que no explotaban y que ellos reutilizaban contra ellos…

Seguido visitamos los auténticos Túneles; éstos tenían hasta tres alturas, la primera sección a 3 metros bajo el suelo, la siguiente a 6 metros y había una tercera sección a 8 metros, pero prácticamente impracticable en la época de lluvias. En estas secciones había dormitorios, cocinas, hospitales, salas donde preparaban los ataques, incluso un túnel de emergencia con salida al río. La humedad y altas temperaturas propias de esta región hicieron la vida muy difícil para vivir aquí y mucha gente murió de malaria y otras enfermedades.
Dentro de los túneles o en la superficie había muchísimas trampas que producían bajas americanas constantemente una vez éstos hubieron descubierto los túneles; las trampas estaban cubiertas con hojas, el enemigo caía y abajo en la fosa había grandes pinchos.


Primero vimos la autentica entrada de los túneles, un cuadrado de unos 30cm por 30cm prácticamente invisible y no apto para el cuerpo de un occidental; por ello los americanos contrataron asiáticos (constitución mucho más delgada), llamados "Ratas de Túnel", para poder acceder a los túneles; quienes morían perdidos o atrapados en las trampas.


El acceso a los túneles se ha facilitado para el turista y tras bajar por unas escaleras pudimos atravesar varias secciones, las cuales son de unos 60cm de alto. Visitamos alguna de las salas y bajamos incluso a una segunda sección donde el calor y la humedad eran tremendos.


Al final de la visita nos dieron de comer yuca, (como patata dulce), en un comedor subterráneo junto a otros chicos de Malasia con los que hicimos el "tour".

3 comentarios:

  1. gracias por relatar vuestra experiencia, me sirve mucho para preparar mi próxima visita a Vietnam. Un saludo. Montse

    ResponderEliminar
  2. Fantástico tu relato de Vietnam muchas gracias era mucho de interés mío el saber sobre este país tan cultural e histórico pero sobre todo sobre la guerra... Muchas grasias ��

    ResponderEliminar