07 noviembre 2010

STUART HIGHWAY

Nuestro primer día con el coche fue tan completo que terminamos agotados; estamos acostumbrados a hacer pocas cosas cada día, viajando muy lento, pero el coche nos da más libertad de ir o venir donde queramos y de hacer más cosas. Otra de las granes diferencias es que después de haber contado y medido el peso de cada cosa que metíamos en la mochila… ahora nos da igual, absolutamente todo, va al coche…
El Parque Nacional de Nitmiluk está a unos 30km de Katherine y tiene unas bonitas marchas sobre las paredes de la Garganta de Katherine, un gran cañón por el que discurre el rio del mismo nombre. Hicimos una caminata de 3 horas y terminamos exhaustos porque el calor y la humedad son terribles, decidimos ir rumbo al sur cuanto antes.



La Stuart Highway, o Autopista Stuart, es la vía principal que recorre Australia de norte a sur, comenzando en Darwin y terminando en Port Augusta con un largo de 2.834km. El nombre viene dado por John McDouall Stuart, el primer europeo que cruzó el país de sur a norte; durante el trayecto también se ven los restos de la línea de telégrafo que se construyó para tener conectado Inglaterra, a través de sus diferentes colonias en el mundo, hasta el nuevo país colonizado.

Siguiendo la Stuart Highway al sur, llegamos a un bonito sitio llamado Mataranka donde hay varias lagunas de agua caliente, realmente nos son termas, pero el agua es muy agradable (34ºC), eso junto a lo paradisiaco del lugar y el agua tan limpia, hacen del lugar un sitio muy bonito.



Cuando estaba atardeciendo comenzamos a buscar un lugar donde acampar, y nos dimos cuenta del peligro que implica conducir justo antes de la noche o en total oscuridad debido a los wallabys y canguros que cruzan la carretera de repente sin uno darse cuenta. En todas partes se ven canguros que han sido atropellados.


Tras nuestro primer día intenso en coche, acampamos y por la noche cayó tal tromba de agua que se nos inundó la tienda (la tienda barata de Indonesia), tuvimos que dormir en los asientos del coche; cómo agradecimos tener un techo en esos momentos…
Desde entonces ya no volvimos a sacar la tienda para dormir porque el Ford Falcon es tan grande y largo que si colocamos todas la cosas delante, atrás se hace una cama grande.
Howard y Joyce nos regalaron un montón de cosas con el coche; GPS, cocina de gas, todos los instrumentos para cocinar, sartenes, cazuelas, cubiertos; además nos dieron aceite, especies y otras cosas; mapas, reproductor de CD, una garrafa enorme para llevar agua, un conteiner para llevar combustible extra (muy útil en el desierto); y casi que lo más importante de todo, una “nevera” casera, se trata de una caja como las que se usan para conservar el pescado con hielo, así que congelando botellas de agua podemos conservar cosas y agua fría por varios días.
En resumidas cuentas, que el coche se ha convertido en nuestra nueva casa…


Entre los dos seguimos conduciendo al sur lo más pronto posible para salir del Top End, ya que llueve un montón debido a la llegada de la época húmeda.
Una parada interesante fue Daly Waters, fundado por Stuart durante sus viajes; aquí se halla un aeródromo que fue muy importante durante los primeros vuelos internacionales desde Londres a Australia. Pero lo más llamativo de Daly Waters es el pub que se encuentra allí en mitad de la nada y donde la gente ha ido dejando recuerdos con el paso de los años, ahora el pub está lleno de antiguallas por dentro junto con billetes de todas partes que la gente ha ido pegando en las paredes, fotos, carnets, pinturas y hasta ropa interior masculina y femenina colgando del techo. Se dice que es el pub más antiguo del Territorio, fue abierto en 1.939 aunque su licencia para vender alcohol data de 1.893.



Esta muy bien que en muchas de las estaciones de servicio que se encuentran en la autopista, dan un café gratis al conductor, una forma de hacer parar a la gente a descansar un poco ya que la Stuart Highway es una carretera muy monótona sin pueblos ni nada, y con rectas infinitas.

Siguiendo rumbo al sur, paramos para dormir en un área de descanso cerca de Newcastle Waters, un pueblo fantasma que tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX cuando los “conductores” de ganado atravesaban kilómetros y kilómetros de desierto en caballos para mover las reses. Con la llegada de los trenes de carretera, este trabajo dejó de existir, y Newcastle Waters quedó en el olvido tal cual está ahora, con varias casas que sólo sirven de exposición para quien se acerque por allí a echar un vistazo.



Los trenes de carretera son algo muy característico del Territorio Norte; debido al escaso tráfico y largas carreteras, los camiones habituales suelen llevar tres o cuatro remolques alcanzando longitudes de 55 metros de largo.



A unos 700km al sur de Katherine y sin ninguna población significativa en medio, se halla Tennant Creek con unos 3.000 habitantes, y al ser domingo, aparentemente muerto.
El asentamiento de Tennant Creek se produjo tras el hallazgo de oro en la zona, que resultó en las minas de oro más productivas de Australia; cerca de la oficina de información tienen un museo al aire libre muy bueno sobre todos los aparatos usados antiguamente en las minas.



Intentamos buscar un camping económico al menos para poder ducharnos, pero el único barato estaba completamente vacío, ni los dueños; un lugar solitario exactamente igual al de las películas, donde sólo se escuchaba el chirriar del molino de la bomba de agua.


Un lugar muy curioso al sur de Tennant Creek son las “Devil´s Marbles”, (las canicas del Diablo) conocido en el mundo aborigen como Karlu Karlu, un lugar muy sagrado en su cultura.
Las Devil´s Marbles son unas formaciones rocosas producto de la erosión de la corteza terrestre, que hacen curiosas formas de grandes bolas u óvalos, ocasionalmente también se ven como “planchas” amontonadas una sobre otra, tan perfecto que parece que alguien lo haya colocado así.



Pasamos dos noches en las Devil’s Marbles explorando todo el área; hacia el atardecer suelen aparecer los dingos en busca de algún resto de comida. Estos animales muy similares a un perro tienen bastante miedo cuando vienen solos o en parejas, pero si te acercas sólo a su territorio puede ser peligroso.
Puesto que hemos dejado atrás el clima tropical del Top End, las noches cada vez son más frías y cuando sopla el viento pueden resultar heladas.


En Australia te puedes encontrar todo tipo de señales de tráfico en carretera, avisando de peligro de canguros, vacas, koalas, camellos, patos, etc… pero sin duda una que llama la atención mientras se conduce por la autopista es la de “peligro avionetas”. Y es que en la Stuart Highway hay tramos preparados para aterrizar aviones, y esto es debido al servicio de los “Royal Flying Doctor Service” una compañía que se dedica desde finales de los años ’30 a dar sus servicios médicos en avionetas a los lugares más remotos de Australia.


Cerca de Alice Springs paramos en un rancho para ver trabajar un poco la gente con las vacas, aquí conocimos a John, un tío autentico del Territorio Norte.



A muy pocos kilómetros de Alice Springs al norte hicimos una parada en la misma línea del Trópico de Capricornio, donde hay un pequeño monumento, Después de tanto tiempo en los trópicos nos encaminamos de nuevo a las zonas templadas del planeta.


Alice Springs se encuentra más o menos en el mismo centro de Australia, es la ciudad más grande que encontramos desde Darwin y ésta tan sólo cuenta con 28.000 habitantes. A pesar de ello es una ciudad moderna y después de pasar tantos días por el desierto, viendo a muy poca gente, llegar a Alice Springs fue de nuevo un pequeño shock; la calle peatonal Todd Mall es el centro comercial de la ciudad, donde están los restaurantes, tiendas, aborígenes vendiendo pinturas… descubrimos que también hay wifi gratuito e incluso enchufes por la calle, algo a lo que no habíamos tenido acceso en los últimos días, así que aprovechamos a ponernos al día.



En Alice Springs habíamos contactado con Pen, un miembro de HC; un hombre muy majo de 62 años que hizo de padre por unos días.
Uno de los defectos con que compramos el coche era que una de las puertas traseras no cerraba, Pen se puso manos a la obra y entre los dos arreglamos la puerta y otras cosas dejando el coche a punto. Con más razón nos ayudo a hacer esto porque nos comentó que en la última semana habían robado 47 coches en Alice Springs, así que no era conveniente dejar el coche abierto en la calle. Alice Springs no es que sea peligroso pero hay casos de estos habitualmente.


Alice Springs, como pequeña ciudad que es, nos sirve de base para preparar nuestros siguientes pasos, y también para reencontrarnos con un ya viejo amigo, D’Arcy, aquel australiano que nos alojó en aquella remota villa de Etiopía, ya casi hace tres años. Vino aquí para dar una conferencia sobre un proyecto de la pobreza mundial, y de paso quedamos para vernos, recordar tiempos en Etiopía, y conocer a otros amigos como Tom, quien vive en una comunidad aborigen y nos contaba lo difícil que es la comunicación con ellos o el ser aceptado de pleno en su sociedad. Por lo visto en estas comunidades, los líderes tienen mucho poder y son muy estrictos con sus costumbres; no existe el problema de alcoholismo como en las ciudades, o al menos es mínimo. Los líderes protegen tanto su cultura que difícilmente aceptan o invitan a un occidental en sus celebraciones. Otras cosas curiosas que nos contaba Tom, es que jamás puedes dirigirte hablando y menos preguntando a un aborigen, porque no obtendrás nada; la única forma de preguntar cosas o conocer sobre ellos, es esperar a que ellos te hablen a ti.


En la calle Todd Mall, hay muchas tiendas de souvenir australianos con los típicos boomerang, gorros de “cowboy”, canguros… y por supuesto el instrumento de música por excelencia del Territorio Norte, el “Didjeridoo”; un tronco de madera, carcomido el centro de él de forma natural por las termitas y que se toca soplando de una forma muy característica dentro de él. En una de las tiendas hacen taller gratuito todos los días, y nos acercamos allí para aprender la técnica por media hora.


Alice Springs se encuentra en los pies de la cordillera Macdonnell, una línea montañosa que cruza la ciudad, viniendo del desierto en el oeste y terminando más allá en el este. Desde la colina de Anzac en el centro de Alice, hay vistas muy buenas de la diminuta ciudad y la cordillera. Al contrario que en el Top End, esta zona es extremadamente seca, recibe muy pocas precipitaciones al año y se nota una tremenda sequedad en el ambiente. Tuvimos también la suerte que nos coincidió una exhibición aérea con avionetas haciendo piruetas sobre Alice Springs.



Algo que recordaba de mi anterior viaje en el Territorio Norte era la deliciosa carne de canguro, y como los restaurantes están fuera del alcance de nuestro bolsillo, nos decidimos un día a comprarlo en el supermercado y María se atrevió a cocinarlo, quedando buenísimo.


3 comentarios:

  1. Hace muy poco tiempo que descubrimos este blog fascinante y desde entonces lo estamos siguiendo.
    Particularmente me siento atraido por Australia y sus inmensos horizontes, tambien por la singularidad de su forma de vida condicionada por las enormes distancias entre poblaciones.
    En fin, un placer haberos descubierto y leer la evolución de vuestro viaje. un saludo y mucho ánimo

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  2. por lo que estoy viendo no os vemos tan pronto ni por YUSO TORRELAVEGA O SANTILLANA DEL MAR pero animo que sois unos FENOMENOS que envidia y no tener 40 años menos para poder hacer ese viaje tan maravilloso bueno un saludo desde el barrio de la FONTANILLA os suena esto esta cerca de la COLEGIATA mucha suerte y un abrazo CAMPEONES

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  3. Salut, J'ai trouvé votre blog par Google lors de la recherche pour les premiers soins pour une crise cardiaque et votre post semble très intéressant pour moi.

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