15 agosto 2010

MALACA Y SALIENDO DE MALASIA

Las compañías de autobús de Singapur son bastante caras, así que deshicimos todo el camino hasta Johor Bahru, primero con el metro, luego varios autobuses y hasta con los mismos comentarios futboleros de la policía de inmigración.
De nuevo en Malasia todo nos parecía barato en comparación con Singapur, pero también nos parecía un poco más desdejado; imagen muy contraria a la que tuvimos cuando llegábamos desde Filipinas.
Tomamos un bus de cuatro horas hasta Malaca, en la costa oeste; ciudad que da nombre al concurrido estrecho que separa la península malaya de la isla indonesia de Sumatra.
El estrecho de Malaca es una de las rutas de navegación más importantes del mundo como ya contábamos en la entrada de Singapur; 150 grandes barcos pasan por aquí a diario; un cuarto del comercio mundial total, y entre ello, un cuarto del petróleo del mundo navega por estas aguas; concretamente 12 millones de barriles de petróleo pasan por el Estrecho de Malaca CADA DÍA.

La ciudad de Malaca fue fundada por un príncipe hindú llegado de Sumatra por el siglo XIV. En 1.511 los portugueses invadieron la urbe durante sus viajes en busca de especies en el Sudeste Asiático. En 1.641 fueron los holandeses quienes tomaron la estratégica ciudad portuaria y se asentaron en ella por unos 150 años; por último a través de una serie de tratos e intercambio de puertos y ciudades, los británicos se hacen con Malaca hasta el momento de la unión malaya y la independencia del país en 1.957.

Para tener la historia que tiene, Malaca no es gran cosa como ciudad; su centro histórico es bastante reducido; junto al rio esta el museo marítimo dentro de una carabela portuguesa, una rueda de agua que nos recordaba a aquellas de Hama en Siria (había una placa que además hablaba de ellas); y también había un pequeño fuerte portugués reconstruido.



El centro e imagen de Malaca es la Iglesia de Cristo y el palacio del gobernador (Stadthuys) ambos de la era holandesa, de color rojo, muy llamativos. Frente a ellos siempre ronda una multitud de gente y los típicos rickshaw de Malaca, únicos en el mundo, extravagantemente decorados con flores recubriendo todo el vehículo, luces y música incluidos.



La iglesia de San Pablo se halla en lo alto de una colina, fue construida originalmente por los portugueses y usada más tarde como tumbas para la nobleza holandesa.



San Francisco Xavier visitaba regularmente Malaca y además esta ciudad guardó su cuerpo incorrupto durante meses antes de ser llevado a Goa, India, a la Basílica que visitamos cuando estuvimos allí hace casi dos años. Frente a la iglesia de San Pablo hay un monumento en su honor.


Chinatown, también merece la pena una visita para ver su arquitectura y algún templo chino.



Desde Malaca tomamos un bus a la costa este de la península, a Kuantan; el motivo de venir aquí es nuestra decisión de hacer un curso de “Vipassana” ya que hay un centro cercano a esta ciudad y habíamos sido aceptados en el registro para estas fechas.
La costa este malaya es otro mundo, se nota mucho más conservadora, religiosa y por la calle somos mucho mas observados, alguno incluso nos saluda con efusión y asombro al vernos. El hotel más barato que encontramos era muy cutre, hacía bastante que no nos tocaba uno de estos; éstas eran las vistas desde nuestro gran hotel.



Desde Kuantan fuimos hasta Gambang, que es donde está el centro de Vipassana, entre una plantación de palma de aceite, en un lugar rodeado de naturaleza, silencio y “lejos” del mundo. Para los que no sepan lo que es Vipassana, a grandes rasgos puedo decir que es un curso de meditación de 10 días, en los que se está en un centro sin poder salir (si quieres puedes dejarlo en cualquier momento), siguiendo un duro programa en el que se medita durante más de 10 horas al día y se escuchan diferentes charlas. Durante el curso se debe respetar el silencio noble, es decir, se debe actuar como si uno estuviera completamente solo, sin comunicación con el resto de estudiantes. Centros de Vipassana hay por todo el mundo, y funciona igual en todas partes; no hay costes por el curso, tan solo la voluntad de cada uno.
Esto es una idea muy simple de lo que puede ser Vipassana, lo mejor es que si queréis saber más visitéis la web en español pinchando aquí.

Durante el curso no se puede tener nada para escribir, ni teléfonos, cámara de fotos….nada de nada; pero bueno el último día ya se puede tener contacto con la gente y así conocimos a Carlos, de San Sebastián, un tío muy majo; y antes de irnos hice unas fotografías del centro, aquí van…



Tras los días del curso, quisimos relajarnos de otra manera y también ponernos un poco al día con las fotos, el blog y todo; así en nuestro camino de regreso a Penang donde queremos embarcarnos a Sumatra, paramos por unos días en las Cameron Highlands, donde ya estuvimos hace más de tres meses; tranquilidad y buen clima asegurado…

Tras una semana, desde Tanah Rata tomamos un bus a Butterworth y aquí un transbordador a la isla de Penang, directos a Georgetown, donde también habíamos estado hace meses cuando veníamos de Tailandia.
Lo primero queríamos dejar hecha la visa de Indonesia, a pesar que se puede obtener la visa en frontera marítima o aérea, preferíamos llevarla hecha ya que de esa manera tenemos 60 días y no 30 días que te dan al llegar, además esos 30 días puede que no se puedan ampliar, hay bastante confusión respecto a eso.
En el consulado nos pidieron un billete de vuelo de salida del país, nosotros insistimos que no tenemos tal vuelo ya que iremos a Timor Leste vía terrestre desde Indonesia. Le pedimos si podía aceptar un vuelo de salida de Timor Leste a Australia pero tampoco aceptaba; tuvimos una lucha de, sí y no, durante un par de minutos hasta que al final lo convencimos y aceptó ese vuelo para darnos la visa. Faltaba algo mas, una foto con fondo rojo, es la primera vez que nos pedían algo así, fuimos a una tienda cercana a hacer la foto y allí encontramos a todos los extranjeros haciendo fotos con fondo rojo, todos habíamos llevado la típica de fondo blanco.
La visa nos la dieron de un día para otro y cuesta unos 40€.

El segundo asunto pendiente era ver qué días van los barcos a Medan en la isla de Sumatra, la otra vez que estuvimos aquí había este servicio de barco desde hace años y años… Se nos quedó la cara a cuadros cuando nos dijeron que ya no había barcos, el servicio había terminado hacía un mes y medio, y ahora la única manera de ir es volando.
Habíamos venido aquí expresamente para tomar este barco y resulta que no hay; con Air Asia no hay problema porque conseguimos un vuelo por 40€ sin mucho tiempo de antelación, la pena es que nos perdemos cruzar el estrecho de Malaca en barco…
Estuvimos una semana por Georgetown en la que disfrutamos de su buenísima comida china; además nos encontramos con Amelleia, la novia de Rudy que conocimos en Brunei. Nos llevó a ver varios sitios en la isla; uno muy interesante fue un antiguo cementerio donde está enterrado el fundador británico de Georgetown; Amelleia nos contaba que muchas parejas de Penang vienen a hacerse el reportaje de boda aquí en el cementerio.



Durante estos días nos coincidió parte de la fiesta del “Mes de los Fantasmas Hambrientos”; los chinos que son tan supersticiosos, durante este mes no hacen nada importante como casarse, comenzar un negocio, mudarse… En los templos se ven muchas ofrendas de comida y en la noche las calles reviven con bonitos espectáculos de ópera china.



Este mes además aumenta la producción y venta de incienso, y Amelleia nos llevó donde un hombre que lo fabrica manualmente, con sándalo traído de Australia.


El cuarto Ramadán del viaje llegó el día 11 de agosto; en Malasia como país musulmán, se nota algo, pero debido al gran porcentaje de población india y china en Penang, apenas se aprecia; los restaurantes están llenos durante el día y es más, se montan mercadillos especiales de comida con muchísimo ambiente durante el día en Little India.



Alrededor de unos 2 meses y medio son los que hemos pasado en Malasia ente una cosa y otra; un país sorprendente por la mezcla racial que convive junta desde hace generaciones; a pesar de la discriminación que el gobierno pueda hacer entre musulmanes y el resto de habitantes, es bonito ver cómo viven todos, indios con chinos, chinos con malayos, malayos con indios…y las nuevas generaciones que van llegando de Birmania, Filipinas, Indonesia…


Mañana seguiremos adelante con nuestro viaje, comenzando por la isla más occidental de Indonesia, Sumatra.

En la sección “compañeros de viaje” de Malasia hay nuevas fotos de la gente de Borneo y Malasia Peninsular; y aquí como siempre, el mapa con nuestro periplo por tierras malayas.

2 comentarios:

  1. Justo estaba investigando un poco sobre el Vipassana. No lo he hecho aún porque me resulta complicado tener 10 días seguidos libres. ¿Creéis que es algo que os ayudará a vivir más felices? ¿Ha sido duro?

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  2. Hola Jesus!, es complicado responder, porque depende mucho de la persona, pero en teoría es el fin de esta técnica, mi respuesta sería sí. Si eres constante, por qué no?, te puede ayudar a ser mas feliz y ver las cosas diferentes, pero se ha de trabajar duro. Respecto al curso, no te puedo decir que sea facil; yo creo que es duro, pero vamos no es ningun sufrimiento...

    si tienes tiempo hazlo!

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