En Málaga somos alojados por nuestros amigos Arancha y Jesús
que nos trataron genial en su casa y nos llevaron por Málaga ciudad, la noche
que llegamos.
Sin duda lo que más nos llama la atención de Málaga son los
pueblos blancos que deslumbran incrustados entre el verde de la Sierra de
Grazalema. Así es, ya estuvimos en la sierra en la parte de Cádiz, pero ahora es
por la parte de Málaga.
Pero el más impresionante de todos es Ronda, asentado entre escarpados acantilados y dividido en dos por una gran grieta llamada comúnmente “El Tajo”; la cual permite al pueblo conectar cada extremo con un puente espectacular que uno no puede dejar de observar y cruzar de un lado a otro.
De camino a Ronda nos detenemos en algunos de estos pueblos,
como el de Tolox.
Pero el más impresionante de todos es Ronda, asentado entre escarpados acantilados y dividido en dos por una gran grieta llamada comúnmente “El Tajo”; la cual permite al pueblo conectar cada extremo con un puente espectacular que uno no puede dejar de observar y cruzar de un lado a otro.
A través del casco viejo una senda nos lleva a la parte
inferior del puente donde nuevamente quedamos boquiabiertos con su altura y
estructura.
De camino a Cartama a casa de nuestros amigos, bajamos en dirección
sur hasta Marbella, con unas vistas buenísimas de Gibraltar y la costa
africana al atardecer.
Y ya en Marbella nos acercamos a Puerto Banús, más que nada
por la curiosidad de ver el famoso puerto de gran lujo.
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